jueves, 17 de marzo de 2011

ELLA

Ya no podía vivir sin pasar al menos un minuto del día a su lado, pero ¿de verás era incapaz de pasar venticuatro horas sin ella? No se tenía por un hombre débil, pero esa mujer lo había atrapado en su hechizo. No obstante, él no tenía ningún deseo de escapar. Era el espíritu independiente de ella el que le resultaba más atractivo, la mayoría de las mujeres de su generación se preocupan de cosas efímeras, de vivir un papel en la sociedad que no iba más allá de lo superfluo. Ella era diferente al resto. Por su forma de actuar, por su forma de pensar, por esa mezcla de lo moderno y lo clásico. Por todo eso y mucho más su único pensamiento, ELLA.

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