...Esperé dos minutos interminables a ver si me decía algo...y entonces zaass, una ventana común entre él y yo se abrió y me dijo;-hola!!...- Me temblaban las piernas, no sabía que hacer, pero mis manos institivamente contestaron a ese hola con otro "hola" y un "qué tal?"....
Y así fue como comenzó aquella conversación que se iniciaba todos los días a la misma hora y les hacia dependientes a los dos...
Le mentí, le dije que no le conocía, que no me conocía, no tenía valor para enfrentar algo así... pero no quería dejar de hablarle, cada vez sus palabras escritas me calaban más y más...
Las conversaciones llegaban hasta altas horas de la madrugada...Los dos deseaban el momento del chat para hablar... Ansiaban saber uno del otro, compartían música, zumos cada uno al otro lado del ordenador... El amor fluía, volaba, y se posaba en nuestros corazones sin darnos cuenta...
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