miércoles, 13 de enero de 2010

EL DESTELLO FUGAZ DE UN RECUERDO




El destello fugaz de un recuerdo; el fogonazo blanco de una cámara fotográfica que con una explosión de polvo de magnesio había causticado mi mente. Su voz extraña me despertó de aquella imagen. Una imagen que yo no había llamado pero que había acudido a mí, perturbando mi resolución y mi presencia de ánimo; llevándome muy lejos de donde me encontraba y de lo que era... Ni siquiera me di cuenta que había dejado de hablar. A veces, sobre todo al principio, sufría de lapsus así. Salida del trance me apresuré a continuar mi relato- mi novio, a pocos días de la boda, mientras terminaba de probarme el traje de novia, se presentó en mi casa para anunciarme que no podía casarse conmigo pues había dejado en estado a Rocío, la hija del boticario. Estaba claro que yo no era su único proyecto de vida.

Llegué incluso a despreciarme a mi misma por ser tan poca cosa, por ser pobre y fea, por no ser como Rocío con sus rizos dorados, su piel pálida, sus ojitos azules y su boquita de piñón...

Entonces él, que me escuchaba atentamente me contestó- disculpe mi osadía pero yo... yo... yo creo que es usted... PRECIOSA.....



2 comentarios:

  1. Vive mejor el pobre dotado de esperanza que el rico sin ella.

    Ramón Llull

    Ella es la que querrá ser tú. Algo quiso darte otro oportunidad para escoger, por algo será.

    ResponderEliminar
  2. Creo que sí. Tus palabras siempre son adecuadas, son lo que realmente necesito oir. No me cansaré de darte las gracias por ellas... de corazón.
    Tendrá una oportunidad nueva, y quien sabe quizás la haga feliz de verdad.
    Un beso.

    ResponderEliminar